Lafayette es una compañía textil con más de 80 años de historia en Latinoamérica y 30 de presencia en México. Su liderazgo no solo radica en la calidad y variedad de telas para moda, deporte, decoración y publicidad, sino en su profundo compromiso con el medio ambiente y la responsabilidad social. Hoy, Lafayette se posiciona como un ejemplo claro de sostenibilidad en la industria textil gracias a su modelo de negocio verticalmente integrado y su apuesta constante por la innovación responsable.
Esta ocasión en La Entrevista, Edgar López, director general de Expok, conversó con Naydú Serrato, directora de Comunicación y Sostenibilidad de Lafayette, para conocer de primera mano cómo esta empresa ha logrado establecerse como referente en sostenibilidad, sin dejar de ser competitiva en un mercado globalizado. A través de su experiencia, Serrato nos revela el equilibrio entre desempeño económico, responsabilidad ambiental e impacto social que impulsa cada una de las acciones de la compañía.
Sostenibilidad en la industria textil: un compromiso real en Lafayette
“En Lafayette entendemos la sostenibilidad como un balance integral entre desempeño económico, impacto ambiental y desarrollo social”, asegura Serrato, destacando que la empresa lleva más de dos décadas implementando procesos sostenibles en todas las etapas de su cadena de valor. Esta visión integral ha llevado a la marca a apostar por la innovación constante en sus productos y prácticas productivas.
Uno de los pilares más destacados es su compromiso con el uso responsable del agua:
“Tratamos el 100% del agua que utilizamos y reciclamos el 70% en procesos internos. Además, recolectamos agua de lluvia y contamos con un reservorio hídrico que optimiza el proceso de tintura”.
Esta acción no solo reduce el impacto ambiental, sino que representa una visión a largo plazo en el uso racional de los recursos.
Lafayette también ha invertido en energías limpias. Cuenta con el techo solar más grande de la industria textil en Colombia, con más de 10,000 m² de paneles solares que generan cerca del 7% de su energía. “Puede parecer un porcentaje pequeño, pero cuando hablamos de una fábrica de más de 80,000 metros construidos, es un esfuerzo significativo”, afirma Serrato. Así, la empresa sigue demostrando que la sostenibilidad en la industria textil es posible con voluntad y acción.

Innovación responsable: telas duraderas, recicladas y biodegradables
La innovación en Lafayette no es solo tecnológica, también es ética, lo que se traduce en materiales durables, resistentes y diseñados para un ciclo de vida más largo, alineado con prácticas de consumo responsable, tal como comenta Serrato:
“Nuestras telas no están en la lógica del fast fashion. Buscamos que, además de ser estéticamente atractivas, tengan valor agregado para nuestros clientes.
En concordancia con esta visión, la empresa cuenta con un portafolio entre cuyos productos se incluyen algunos elaborados con hilos reciclados provenientes de botellas PET, así como telas biodegradables que se descomponen hasta en un 91% en menos de tres años en vertederos. Además, Lafayette elabora su propio hilo y procesa el chip de poliéster, lo que le permite tener un control completo de la cadena productiva. “Somos la única empresa en la región con un proceso verticalmente integrado”, señala con orgullo Serrato.
Esta apuesta por la circularidad es un claro reflejo del compromiso de Lafayette con la sostenibilidad en la industria textil. Actualmente, la empresa está desarrollando tecnologías para incluir porcentajes crecientes de textil a textil en sus hilos reciclados, lo que abre nuevas posibilidades para reducir residuos y maximizar la vida útil de los materiales utilizados.

Impacto social: programas que empoderan y transforman comunidades
Más allá de su compromiso ambiental, Lafayette también trabaja activamente en el desarrollo social a través de la Fundación Lafayette. Esta organización no sólo impulsa diversos programas de emprendimiento y empoderamiento social, sino que también brinda apoyo a las infancias y cuenta con iniciativas que promueven la reutilización de textiles en beneficio de grupos desfavorecidos:
“Para nosotros, ser una empresa sostenible también significa ser un ciudadano corporativo responsable”.
Uno de los proyectos más emblemáticos de la fundación es Uniformes con Amor, un programa que recupera uniformes escolares donados para intervenirlos y entregarlos a niños en situación vulnerable, dando una segunda vida a estas prendas. “Hemos beneficiado a más de 3,500 niños y niñas con esta iniciativa”, afirma Naydú. Además, ofrecen capacitaciones a mujeres líderes del hogar para fortalecer su autonomía económica.
Asimismo, el programa Hilando Empresa busca profesionalizar a microempresarios del sector confección, brindándoles herramientas administrativas y de negocio:
“Llevamos diez ediciones y ahora estamos en la segunda versión en México. Queremos que nuestros clientes y aliados también puedan crecer con nosotros de forma sostenible”.

Estas acciones confirman que la sostenibilidad en la industria textil no solo se mide en procesos, sino también en el bienestar que genera.
Un modelo que marca el camino hacia una industria más responsable
Lafayette demuestra que la sostenibilidad en la industria textil no es una utopía, sino una práctica posible cuando existe un compromiso real con la innovación, el medio ambiente y la comunidad. Su modelo de producción verticalmente integrado les ha permitido implementar soluciones sustentables que abarcan desde el origen de los materiales hasta la vida útil del producto final.
Con tecnologías como paneles solares, tratamientos de agua y el uso de materiales reciclados y biodegradables, la empresa está reduciendo su huella ambiental significativamente. A su vez, su enfoque social, a través de programas como Uniformes con Amor y Hilando Empresa, refuerza una visión de desarrollo compartido con las comunidades que impacta.
Como bien señala Naydú Serrato, “la sostenibilidad requiere inversión, compromiso y conciencia colectiva” y Lafayette ya está liderando el camino y probando que es posible combinar rentabilidad y responsabilidad. La clave, según nos deja ver esta entrevista, es que industria, consumidores y aliados trabajen juntos para construir un futuro más ético y sustentable para la industria textil.







