El sistema financiero mexicano enfrenta una fecha crítica: el 20 de octubre de 2025, cuando entrará en vigor la orden del Departamento del Tesoro de EE. UU., a través de FinCEN, que prohíbe transferencias vinculadas a CIBanco, Intercam y Vector por presuntas deficiencias en prevención de lavado de dinero. Esta medida ha puesto en jaque la confianza de los clientes y la estabilidad del sector, generando un debate sobre cómo se resuelven estos desafíos regulatorios.
La narrativa oficial apunta a una salida coordinada: Kapital Bank, encabezado por su CEO René Saúl, adquirirá los negocios de Intercam (incluyendo banco, casa de bolsa y fondos), con una inversión anunciada de 100 millones de dólares para fortalecer la operación y asegurar su solidez financiera. Por su parte, Banco Multiva, dirigido por su directora general Tamara Caballero Velasco —quien además es miembro del Consejo Asesor de Desarrollo Económico de la presidenta de México— asumirá la división fiduciaria de CIBanco. La Asociación de Bancos de México (ABM) ha celebrado estos movimientos, asegurando que “el mercado resolvió” y que, para el 20 de octubre, el tema estará prácticamente cerrado.
Cuando el mercado resuelve… ¿pero con qué responsabilidad?
Desde la óptica de responsabilidad social empresarial (RSE) y criterios ESG, lo relevante no es solo quién vende, sino quién compra y bajo qué estándares se realiza la transacción. Analicemos a los actores clave:
- Kapital Bank presume músculo financiero y un due diligence de talla internacional —encargado a K2 Integrity, una firma especializada en integridad financiera y prevención de riesgos—, pero enfrenta un reto significativo: los equipos de cumplimiento y prevención de lavado de dinero (PLD) de Intercam no serán transferidos en la operación, ya que permanecerán resolviendo los pendientes con FinCEN. Esto implica que Kapital deberá construir o reforzar sus propios sistemas de PLD al mismo tiempo que integra operaciones bajo escrutinio internacional. Según expertos del sector, esta separación busca mitigar riesgos, pero requiere una inversión adicional en capacitación y tecnología para mantener estándares globales.
- Multiva, bajo el liderazgo de Tamara Caballero Velasco, carga con antecedentes recientes: en 2025, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) lo sancionó con 962,200 pesos por deficiencias en prevención de lavado (faltas cometidas en 2022). Ahora asume un negocio fiduciario, uno de los más sensibles frente a riesgos de opacidad y mal uso de estructuras financieras. Aunque la sanción representa menos del 0.1% de sus activos totales (alrededor de 150,000 millones de pesos en 2024), resalta la necesidad de demostrar mejoras en controles internos. El rol de Caballero Velasco en el Consejo Asesor añade un matiz público, destacando la intersección entre el sector privado y las políticas económicas nacionales, sin implicar conflictos directos.
Para equilibrar esta visión, es relevante considerar las perspectivas de las instituciones afectadas. Representantes de Intercam han enfatizado que la adquisición por Kapital preserva empleos y continuidad para unos 2,500 colaboradores, mientras que CIBanco ha señalado que la transferencia de su división fiduciaria a Multiva asegura la protección de fideicomisos clave, minimizando disrupciones para clientes.
La pregunta persiste: ¿son estos los actores más idóneos para restaurar la confianza, o simplemente los que capitalizaron la oportunidad para expandirse?
El rol de la ABM: vocería sí, pero también agente de cambio
La ABM actúa como voz institucional del sector al comunicar que el mercado ha resuelto la situación, pero su responsabilidad trasciende la narrativa: debe impulsar transparencia, acompañar la transición y elevar estándares de cumplimiento ante la opinión pública y reguladores internacionales.
En este contexto, un desarrollo noticioso clave es la misión liderada por Emilio Romano, presidente de la ABM, a Washington D.C. en septiembre de 2025. El objetivo es reunirse con el Departamento del Tesoro y FinCEN para demostrar avances en la banca mexicana en materia antilavado, compartir mejores prácticas y fomentar un diálogo que fortalezca la cooperación bilateral. Esta iniciativa podría servir como catalizador para estándares sectoriales más robustos, como la adopción obligatoria de auditorías externas en PLD o programas de capacitación conjunta.
Confianza: el capital más frágil
Este caso va más allá de plazos regulatorios; en juego está la confianza pública en el sistema financiero mexicano:
- La de los clientes, en que sus recursos estén protegidos contra riesgos de lavado.
- La de los reguladores internacionales, en que México cumpla con estándares globales como los del GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional).
- La de la sociedad, en que las instituciones actúen con ética y responsabilidad, evitando percepciones de oportunismo.
No es solo una transacción: el reto de demostrar solidez en prevención de lavado
El 20 de octubre de 2025 no será solo el fin de un procedimiento regulatorio: definirá si Kapital, Multiva y la ABM consolidan un caso de resiliencia responsable, o si se percibe como un capítulo donde el mercado “resolvió” sin priorizar la ética y la transparencia.
La diferencia radicará en la gestión proactiva de la confianza, demostrando con acciones concretas que el sistema financiero mexicano no solo sobrevive a crisis, sino que emerge más sólido en prevención de lavado de dinero.
Y no es solo una transacción: lo que sigue es el reto de demostrar con el tiempo que este es un sistema realmente sólido en la gestión de la prevención de lavado de dinero. O, en su defecto, reconocer que la prevención aún está en proceso
