La 30ª Conferencia de las Partes (COP30) dejó claro que la voluntad política existe, pero no es suficiente. Desde Brasil, líderes de 190 jurisdicciones coincidieron en que la urgencia climática exige decisiones firmes, aunque aún persisten vacíos críticos, como la ausencia de una hoja de ruta concreta para abandonar los combustibles fósiles. En ese escenario, las empresas enfrentan un llamado inaplazable: traducir las promesas globales en acciones internas con impacto medible.
De acuerdo con un artículo de El Economista, mientras se redefinen las reglas del juego climático, las organizaciones deben fortalecer sus estrategias de sostenibilidad y mejorar la calidad de sus reportes ASG. Con auditorías cada vez más comunes y nuevas expectativas por parte de inversionistas y autoridades, las áreas de cultura y talento cobran un papel decisivo. Lograr que la estrategia avance —y que no se quede en un discurso— implica construir resiliencia, formar liderazgos preparados y crear espacios que impulsen cambios de mentalidad capaces de transformar a toda la empresa.
Alinear el liderazgo para acelerar compromisos ASG
En este nuevo contexto, Recursos Humanos se coloca al centro de la acción. Su rol ya no es operativo, sino estratégico: necesita coordinar esfuerzos, promover la capacitación adecuada y asegurar que cada área integre la sostenibilidad como parte de sus prioridades. Nada de esto será posible sin el apoyo claro y constante de la Alta Dirección, cuyo sponsorship resulta indispensable para acelerar compromisos ASG de forma sostenible y medible.
Las cifras muestran que el liderazgo sí hace la diferencia. El ESG Assurance Maturity Index 2025 de KPMG revela que, en organizaciones más avanzadas, 95% del Consejo participa activamente en la determinación del impacto ASG en el valor del negocio, 89% revisa reportes y 87% da seguimiento al desempeño. Estas cifras contrastan con el rezago en México, donde gran parte del liderazgo aún permanece distante.

México ante el reto de integrar liderazgo y estrategia
El panorama mexicano evidencia una brecha significativa: solo 33% del Consejo tiene un rol proactivo en la estrategia ASG y un 13% sigue sin involucrarse. Esta falta de alineación provoca duplicidades, metas contradictorias y ritmos desiguales entre áreas. Integrar la visión del Consejo, las áreas ASG y los líderes funcionales —especialmente RH— es hoy una necesidad para operar con coherencia.
Por ello, surgen preguntas clave que deben discutirse en sesiones estratégicas, no como ejercicios aislados. ¿El personal entiende los objetivos de reducción de emisiones? ¿Los planes de capacitación se actualizan? ¿Las métricas de desempeño permiten evaluar aportaciones individuales? Resolver estas dudas ayuda a mapear el nivel de madurez ASG y a definir pasos accionables.
Capacitación para acelerar compromisos ASG
Si la sostenibilidad será un eje transversal del negocio, entonces la capacitación necesita estar a la altura. La data muestra un avance desigual: 68% de los líderes ya han establecido formación obligatoria en temas ASG, mayormente combinando instructores internos y externos para cubrir la especialización requerida. No obstante, la brecha es evidente entre etapas de madurez: solo 37% de quienes lideran ha completado la integración de habilidades necesarias en su equipo.
A ello se suma un desafío estructural: la escasez de talento especializado en sostenibilidad, lo que obliga a las empresas a acelerar el desarrollo interno. Capacitar ya no es solo “cumplir”, sino garantizar que los equipos entiendan cómo sus decisiones diarias impactan en métricas ambientales, sociales y de gobernanza.
Vincular desempeño, talento y responsabilidad
Un avance crucial yace en la medición. Aunque 96% de las organizaciones líderes en aseguramiento ASG ya cuentan con indicadores definidos, únicamente 63% de las principiantes lo hace. Y más preocupante: en 53% de las empresas, la compensación variable del nivel C aún no está vinculada al cumplimiento de metas ASG. Sin incentivos, el desempeño difícilmente cambiará.
La actualización de métricas y esquemas de evaluación ayuda a que líderes y colaboradores traduzcan la sostenibilidad en resultados tangibles. Esto permite identificar áreas de oportunidad, reconocer avances y fortalecer el sentido de responsabilidad compartida.

Liderazgo femenino: un acelerador pendiente
El talento femenino sigue siendo un factor subaprovechado en la región. Solo 7% de las iniciativas ASG en México y 19% en Centroamérica son lideradas por mujeres, de acuerdo con KPMG. Este rezago limita la diversidad de enfoques, la innovación en la toma de decisiones y la capacidad de construir estrategias integrales y sensibles al impacto social.
La inclusión femenina en puestos clave no es solo una meta de equidad: es un habilitador estratégico. Empresas más diversas muestran mejores resultados en innovación, reputación y cumplimiento de metas de sostenibilidad.
Coherencia, disciplina y cadenas de valor responsables
Toda estrategia ASG debe estar acompañada de acciones que respalden el discurso. La Alta Dirección y el Consejo deben comunicar mensajes coherentes, asignar recursos adecuados, rediseñar productos, definir criterios para proveedores y aplicar rigor en la cadena de valor. Esto no solo impulsa avances reales, sino que evita prácticas de greenwashing que pueden dañar profundamente la reputación corporativa.
La disciplina con la que se gestionan estos procesos debe ser equivalente a la de cualquier proyecto estratégico del negocio. La sostenibilidad no puede ser un apartado decorativo; debe integrarse en la toma de decisiones del día a día.
La COP30 marca un punto de inflexión para las empresas: es momento de cuestionar su madurez ASG, medir avances y fortalecer capacidades internas. No se trata de renegociar compromisos que parecen ambiciosos hacia 2030, sino de acelerar el paso, profesionalizar la gestión y cerrar brechas estructurales.
Para lograrlo, el Consejo, la Alta Dirección y cada líder funcional deben asumir un rol claro, alineado y estratégico. Solo así se podrá construir una cultura sostenible que transforme palabras en resultados, reduzca el impacto ambiental y genere reportes transparentes que fortalezcan la confianza del mercado. La sostenibilidad ya no es un reto del futuro: es la decisión urgente del presente para acelerar compromisos ASG con coherencia y liderazgo.







