Las estrategias corporativas sobre clima suelen concentrarse únicamente en los equipos de sostenibilidad, dejando sin aprovechar el potencial del resto de la organización. Sin embargo, los empleados representan un recurso clave para lograr objetivos climáticos ambiciosos y generar valor operativo.
Un nuevo modelo del Fondo de Defensa Ambiental (EDF) propone integrar a los equipos multifuncionales en la acción climática, alineando proyectos con las funciones del negocio. Este enfoque convierte la estrategia climática corporativa en una práctica operativa real, fomentando la innovación, reduciendo riesgos y fortaleciendo las competencias del talento.
Activación del talento interno: el motor no explotado
Las reducciones de emisiones significativas no dependen únicamente de los equipos de sostenibilidad, sino de decisiones diarias en diseño de productos, logística y selección de proveedores. Sin embargo, muchos empleados desconocen cómo sus roles pueden contribuir al clima, a pesar de la disposición mayoritaria a involucrarse.
De acuerdo con información de Sustainable Brands, el EDF aprovecha esta energía mediante equipos estructurados e interdisciplinarios que lideran proyectos reales de acción climática. Estos equipos trabajan en desafíos de alto impacto, generando soluciones alineadas con los objetivos estratégicos de la empresa.
Al empoderar a los empleados para liderar iniciativas climáticas, las organizaciones no solo avanzan en la estrategia climática corporativa, sino que también desarrollan liderazgo, innovación y cultura de propiedad compartida.
Este enfoque permite transformar la acción climática en un elemento central del negocio, en lugar de un complemento aislado de sostenibilidad.

¿Cómo funciona este modelo multifuncional?
El modelo de EDF se articula en cuatro pasos claros: definición estratégica, participación interdisciplinaria, capacitación y apoyo, y ejecución con presentación de resultados. Los proyectos tienen una duración de tres a cuatro meses y están diseñados para ser viables en el mundo real.
Los empleados participan de forma voluntaria, recibiendo herramientas de gestión de proyectos, mentoría y educación climática básica. Al final del período, presentan sus propuestas a patrocinadores ejecutivos con un plan claro de implementación.
Cada proyecto está alineado con las prioridades del negocio y no se considera un trabajo adicional, sino una oportunidad de desarrollo profesional. El modelo conecta la acción climática con visibilidad interna, incentivos y reconocimiento, creando un ecosistema sostenible de compromiso.
Esta estructura asegura que la estrategia climática corporativa se implemente con rigor, impacto y continuidad, al tiempo que involucra directamente a quienes toman decisiones clave en la empresa.
Eficiencia y éxito del modelo
Cuatro elementos clave hacen que esta metodología sea eficaz: patrocinio ejecutivo, compromiso de recursos humanos, alineación con prioridades del negocio y un diseño ágil y estructurado. Juntos, garantizan que los proyectos sean relevantes, oportunos y medibles.
El ejemplo de un equipo encargado de reducir las emisiones de envases demuestra cómo los empleados pueden generar soluciones tangibles. En 12 semanas, analizaron proveedores, evaluaron materiales, desarrollaron escenarios y diseñaron estrategias de implementación, logrando una propuesta de reducción de 25-30% de emisiones.

Más allá de las métricas ambientales, este proceso genera colaboración interna, mayor compromiso de empleados, oportunidades de I+D y visibilidad ejecutiva. La acción climática deja de ser un tema abstracto para convertirse en un motor de innovación empresarial.
Al fomentar la participación activa de los empleados, las empresas logran que la estrategia climática corporativa sea más sólida, escalable y alineada con los objetivos comerciales.
Integración de los empleados en la acción climática
El modelo permite que la acción climática sea parte integral del trabajo diario. Los equipos multifuncionales desarrollan competencias internas, reducen dependencia de expertos externos y crean capacidades que perduran más allá de los proyectos específicos.
La participación activa de los empleados también fortalece la cultura corporativa, generando un sentido de responsabilidad compartida y liderazgo climático dentro de la organización.

EDF busca empresas medianas y grandes para pilotear este enfoque, ofreciendo capacitación, mentoría y herramientas sin costo, con el objetivo de convertir el talento interno en motor del cambio climático.
La integración de los empleados asegura que la estrategia climática corporativa no sea solo una declaración de intenciones, sino una acción tangible y replicable.
Transformar el talento en acción climática
Aprovechar el talento interno es clave para avanzar en los objetivos climáticos de cualquier empresa. Al estructurar equipos multifuncionales, capacitar empleados y vincular proyectos con las prioridades del negocio, se puede transformar la estrategia climática corporativa en una realidad operacional.
El mayor recurso de una organización no son las tecnologías innovadoras, sino sus propios empleados. EDF demuestra que empoderarlos permite reducir emisiones, fomentar innovación y construir liderazgo climático duradero, creando un modelo de sostenibilidad integrado y replicable.







