La discriminación sigue siendo uno de los principales obstáculos para alcanzar sociedades justas e inclusivas. Conocer las causas de discriminación más comunes es esencial para identificar las formas en que se vulneran derechos y para diseñar acciones que promuevan la igualdad. En esta nota, analizaremos las 20 causas que afectan con mayor frecuencia a las personas en distintos ámbitos sociales, laborales y culturales.
Entender estas causas no solo nos ayuda a reconocer la exclusión, sino también a fortalecer nuestro compromiso con la diversidad y la justicia social en todos los espacios.
20 causas de discriminación más comunes y cómo resolverlo
1. Discriminación por género
Las desigualdades basadas en el género siguen siendo una de las causas de discriminación más comunes. Se manifiestan en brechas salariales, en el acceso limitado a posiciones de liderazgo y en la asignación de roles tradicionales que minimizan el potencial de mujeres y personas no binarias. Esta discriminación está tan arraigada que muchas veces pasa desapercibida, perpetuando ciclos de exclusión.
¿Cómo resolverlo?
Desde la RSE, las empresas pueden adoptar una política activa de equidad de género con acciones como auditorías salariales, programas de liderazgo femenino, protocolos contra violencia de género y mecanismos de conciliación laboral y familiar.
Además, deben promover campañas de sensibilización interna, garantizar la paridad en procesos de contratación y generar alianzas con organizaciones expertas en género. Invertir en esta causa fortalece la reputación corporativa, mejora el clima laboral y potencia el talento diverso.
2. Discriminación racial y étnica
La discriminación basada en el origen étnico o el color de piel sigue limitando el acceso de millones de personas a oportunidades educativas, laborales y políticas. En América Latina, por ejemplo, las poblaciones indígenas y afrodescendientes siguen enfrentando barreras estructurales e invisibilidad mediática.
¿Cómo resolverlo?
Una estrategia efectiva de RSE debe incluir políticas de diversidad étnica en todos los niveles de la organización. Esto implica establecer metas de inclusión, diseñar procesos de reclutamiento sin sesgos, incorporar formación intercultural y celebrar la riqueza cultural mediante acciones institucionales.
Las marcas pueden también crear campañas que den visibilidad a estas comunidades y fomentar proyectos productivos en colaboración con ellas, impulsando el desarrollo económico local.

3. Discriminación por edad
El edadismo afecta tanto a jóvenes, quienes son percibidos como inexpertos, como a personas mayores, que suelen ser descartadas en procesos de selección por considerarse “obsoletas”. Esta exclusión impacta la innovación, el aprendizaje organizacional y la cohesión social.
¿Cómo resolverlo?
Las empresas con visión de RSE deben promover equipos intergeneracionales, reconocer el valor de la experiencia y fomentar programas de mentoría cruzada. Es clave eliminar los límites de edad en convocatorias laborales y desarrollar políticas de retiro flexible o de reincorporación gradual.
Incluir a todas las generaciones en los procesos de toma de decisiones genera una cultura inclusiva que mejora la productividad y reduce la rotación.
4. Discriminación por discapacidad
Las personas con discapacidad enfrentan múltiples barreras físicas, tecnológicas, culturales y actitudinales. A menudo se les invisibiliza y se les excluye de la vida económica y social, lo que refuerza la marginación.
¿Cómo resolverlo?
Una empresa socialmente responsable no solo debe cumplir con la accesibilidad legal, sino ir más allá diseñando espacios de trabajo inclusivos, accesibles y seguros. Es fundamental adaptar plataformas digitales, capacitar al personal en inclusión y contratar personas con discapacidad en roles activos, no simbólicos. Aliarse con fundaciones especializadas, promover el diseño universal y contar con indicadores de inclusión son prácticas que convierten a la empresa en agente de transformación.
5. Discriminación por orientación sexual
Las personas LGBTQ+ suelen vivir discriminación desde el ámbito educativo hasta el laboral, pasando por el acceso a servicios de salud y espacios públicos. La falta de reconocimiento y protección de sus derechos genera altos niveles de violencia y exclusión.
¿Cómo resolverlo?
Las empresas con compromiso social deben garantizar ambientes libres de discriminación por orientación sexual. Esto se logra con políticas explícitas de inclusión LGBTQ+, beneficios igualitarios para todas las configuraciones familiares, formación continua sobre diversidad y la creación de redes internas de apoyo.
También es importante participar en campañas de sensibilización externas y posicionar la marca como aliada de la comunidad LGBTQ+, lo cual impacta positivamente la percepción pública y el compromiso del talento.
6. Discriminación por religión o creencias
Las personas que practican religiones no mayoritarias suelen ser objeto de prejuicios, estigmas o exclusión. Esta discriminación puede manifestarse en comentarios despectivos, impedimentos para ejercer su fe o incluso violencia.
¿Cómo resolverlo?
Desde la RSE, las empresas pueden fomentar la libertad religiosa permitiendo prácticas como horarios flexibles para celebraciones importantes o espacios adecuados para la oración. También es clave capacitar al personal en respeto intercultural y evitar símbolos o mensajes excluyentes. La promoción activa del pluralismo religioso contribuye a entornos más justos y abiertos.

7. Discriminación por nacionalidad o condición migratoria
Las personas migrantes y refugiadas suelen ser víctimas de xenofobia, exclusión laboral o trato injusto por prejuicios relacionados con su origen o situación legal.
¿Cómo resolverlo?
Una empresa socialmente responsable puede ofrecer oportunidades laborales a personas migrantes, asegurando procesos justos y apoyo en su integración social. Además, puede generar alianzas con organizaciones especializadas en derechos migrantes y capacitar a sus equipos para evitar sesgos inconscientes. Esta inclusión fortalece la diversidad y fomenta la cohesión social.
8. Discriminación por nivel socioeconómico
El origen social sigue marcando diferencias en el acceso a educación, salud, empleo y cultura. Personas con menos recursos enfrentan barreras estructurales y estigmas relacionados con su apariencia, acento o estilo de vida.
¿Cómo resolverlo?
Las empresas pueden implementar programas de desarrollo de talento que prioricen la equidad en el acceso, ofrecer becas o empleos a jóvenes de comunidades vulnerables, y colaborar con iniciativas educativas. También pueden ajustar sus productos y servicios para ser accesibles sin perder calidad, generando un impacto positivo real en la movilidad social.
9. Discriminación por apariencia física
El aspecto físico, incluyendo peso, estatura, cicatrices o tatuajes, sigue siendo motivo de prejuicio, especialmente en procesos de selección o en atención al cliente.
¿Cómo resolverlo?
La RSE puede impulsar políticas de imagen no discriminatoria, centradas en las competencias y no en la estética. Capacitar al personal para evitar sesgos y visibilizar historias que desafíen los estereotipos son acciones poderosas. Además, incluir modelos diversos en la comunicación institucional fortalece la empatía y la inclusión.
10. Discriminación por identidad de género
Las personas trans, no binarias y de género fluido son víctimas frecuentes de discriminación en todos los ámbitos. Muchas enfrentan dificultades para acceder a empleos dignos o recibir un trato respetuoso.
¿Cómo resolverlo?
Una empresa con enfoque en RSE debe reconocer legalmente la identidad de género de sus colaboradores y brindar acompañamiento psicológico y administrativo durante procesos de transición. Además, puede diseñar baños inclusivos, ajustar formularios institucionales y educar a su plantilla en temas de diversidad sexual y de género.
11. Discriminación por estado civil o maternidad
Mujeres embarazadas, madres solteras o personas divorciadas suelen ser víctimas de discriminación laboral, en especial en contrataciones o ascensos.
¿Cómo resolverlo?
Desde la RSE, se deben promover políticas de maternidad y paternidad corresponsables, horarios flexibles, salas de lactancia y licencias extendidas. También es importante garantizar que la maternidad no represente una desventaja profesional, promoviendo activamente el liderazgo femenino.

12. Discriminación por salud mental
El estigma sobre trastornos de salud mental impide que muchas personas accedan a empleos o permanezcan en ellos. Las etiquetas y la incomprensión agravan su situación.
¿Cómo resolverlo?
Una empresa socialmente responsable debe incluir el bienestar emocional en su estrategia organizacional, ofrecer servicios de salud mental accesibles, promover jornadas de autocuidado y formar líderes empáticos. Romper el tabú del sufrimiento emocional genera ambientes laborales más saludables y productivos.
13. Discriminación por idioma
Personas que no dominan el idioma mayoritario, que tienen acento o usan una lengua indígena, suelen ser discriminadas o subvaloradas, lo cual limita su inclusión social y laboral.
¿Cómo resolverlo?
Las organizaciones pueden ofrecer materiales bilingües, intérpretes, y promover el aprendizaje de lenguas locales o extranjeras entre sus colaboradores. Reconocer la riqueza lingüística es un acto de inclusión, y además mejora la relación con comunidades diversas y con el mercado global.
14. Discriminación por lugar de origen
Quienes provienen de ciertas regiones, colonias o zonas rurales suelen enfrentar estereotipos y ser excluidos de ciertos espacios o redes.
¿Cómo resolverlo?
Es clave promover narrativas positivas sobre comunidades rurales o marginadas y descentralizar las oportunidades. Las empresas pueden operar programas de empleabilidad o desarrollo de proveedores en distintas regiones del país, impulsando una visión más equitativa del territorio.
15. Discriminación por ocupación
Personas dedicadas a oficios considerados “menores” o informales suelen ser tratadas con desprecio o invisibilizadas.
¿Cómo resolverlo?
Desde la RSE, se puede dignificar a todas las profesiones reconociendo su valor, asegurando condiciones laborales dignas para personal de limpieza, mantenimiento, seguridad, entre otros. También es importante evitar la jerarquización del trabajo en la comunicación institucional.
16. Discriminación por VIH/SIDA
Las personas que viven con VIH enfrentan estigmas que afectan su vida personal y profesional. El desconocimiento y el miedo generan entornos hostiles.
¿Cómo resolverlo?
Incluir protocolos antidiscriminación claros, campañas de sensibilización, y ofrecer pruebas voluntarias con consejería son medidas clave. Las empresas también deben garantizar confidencialidad, acceso a tratamientos y no condicionar contrataciones por el estatus serológico.

17. Discriminación política o ideológica
Quienes expresan posturas políticas distintas pueden enfrentar exclusión, censura o despidos, especialmente en contextos polarizados.
¿Cómo resolverlo?
Las empresas deben establecer un código de ética que garantice la libertad de expresión mientras se mantenga el respeto mutuo. También pueden organizar foros de diálogo plural que fomenten la escucha activa y el pensamiento crítico sin imposiciones.
18. Discriminación por antecedentes penales
Personas que han pasado por el sistema penitenciario encuentran grandes barreras para reinsertarse laboralmente, lo que perpetúa la desigualdad.
¿Cómo resolverlo?
Las organizaciones pueden colaborar con programas de reinserción social, capacitar a personas liberadas y contratarlas con acompañamiento psicosocial. Esto no solo reduce la reincidencia delictiva, sino que amplía el compromiso de la empresa con la justicia social.
19. Discriminación digital
La brecha digital afecta el acceso a educación, empleo y participación cívica. Muchas personas carecen de conectividad o habilidades digitales básicas.
¿Cómo resolverlo?
Desde la RSE, se pueden impulsar programas de alfabetización digital en comunidades vulnerables, donar equipos y promover plataformas accesibles. También es importante diseñar productos digitales pensados para personas mayores, con discapacidad o de bajo nivel educativo.
20. Discriminación ambiental
Comunidades que habitan zonas contaminadas o degradadas suelen ser víctimas de injusticias ambientales y no reciben atención adecuada.
¿Cómo resolverlo?
Las empresas deben realizar evaluaciones de impacto social y ambiental con enfoque en justicia territorial, mitigar daños y colaborar con proyectos de restauración ecológica. Además, deben incluir a estas comunidades en procesos de consulta y respetar su derecho a un ambiente sano.
Las causas de discriminación más comunes son variadas y complejas, pero todas comparten un origen en prejuicios, estereotipos y estructuras sociales desiguales. Entenderlas nos permite identificar las barreras que enfrentan grupos vulnerables y crear estrategias para eliminar la discriminación. La responsabilidad social juega un rol decisivo al impulsar cambios culturales y normativos que promuevan la igualdad y el respeto por la diversidad.
Promover una cultura inclusiva requiere compromiso, educación y acción conjunta. Solo así lograremos construir sociedades más justas donde todas las personas tengan las mismas oportunidades para desarrollarse y vivir con dignidad. La lucha contra la discriminación es una tarea constante que beneficia a la sociedad en su conjunto, fortaleciendo la cohesión social y el bienestar común.