Por Edgar López
Hace unos días retomé conversación con Patricia Moles, integrante del Consejo Mexicano de Normas de Información Financiera y de Sostenibilidad (CINIF). Meses atrás habíamos hablado sobre el origen de las Normas de Información en Sostenibilidad (NIS) —puedes conocer esa charla aquí—, y en esta nueva conversación el enfoque cambió: ahora hablamos de lo que viene, de cómo las empresas deben prepararse para cumplir con lo que será una de las transformaciones más importantes en el lenguaje contable mexicano.
No se trata de un reporte adicional ni de una moda. Es una actualización estructural del sistema contable mexicano, y la buena noticia es que no es tan compleja como parece.
“En 2024 emitimos las dos primeras normas que obligan a las entidades que no son de interés público —todas aquellas que no están listadas en bolsa o no tienen un regulador propio— a incluir en sus estados financieros una nota con treinta métricas de sostenibilidad”, me explicó Pati.
Estas normas —la NIS A-1, que define el marco conceptual, y la NIS B-1, que detalla los indicadores— aplican a todos los ejercicios que inicien el 1 de enero de 2025. Los treinta indicadores cubren tres dimensiones: ambiental, capital humano y gobernanza. Algunos requieren datos cuantitativos; otros se responden con un simple sí o no. La información formará parte de las notas a los estados financieros, junto con los datos financieros habituales.
En esta segunda charla, Pati fue muy clara: “Nunca hubo resistencia respecto a la utilidad de la información. Lo que hubo fue ese ‘uff, no estamos listos’, pero la respuesta general fue: vamos adelante, pongámosle fecha.”
Y es cierto: la mayoría de las empresas ya cuenta con gran parte de la información que necesita. Está dispersa en registros de gasto, consumos de energía o agua, nómina o manejo de residuos. “La fuente de la información son las notas de gasto; no se necesita crear un área nueva. Se trata de organizar la información que ya existe”, me dijo con toda razón.
Para facilitar el cumplimiento, el CINIF desarrolló herramientas gratuitas que pueden descargarse desde su página web. Son hojas de cálculo con fórmulas precargadas para estimar emisiones, consumo en zonas de estrés hídrico o ubicación en áreas de valor ecológico. “Nos dimos cuenta de que era necesario tener una hoja Excel con los factores de emisión precargados. El usuario solo responde sí o no, captura sus volúmenes y el archivo convierte esos datos en emisiones o porcentajes.”
Más allá de la técnica, lo que cambia con las NIS es el enfoque. Como señaló Pati: “No estamos hablando solo de cumplir una norma: te la va a pedir tu cliente, tu cadena de valor, para entender sus riesgos relacionados con sostenibilidad. Estamos todos amarrados.” Esa frase resume lo esencial: la sostenibilidad deja de ser un asunto reputacional para convertirse en información financiera relevante para bancos, auditores y clientes.
Desde mi experiencia, este es el momento de actuar. No cuando el cierre del ejercicio esté encima, sino ahora, mientras hay tiempo de organizar, entender y preparar la información. Las empresas que lo hagan pronto no solo cumplirán sin fricciones, sino que podrán convertir esta nueva exigencia en una oportunidad para fortalecer su gestión y su credibilidad.
Las NIS no son una carga. Son una herramienta para ordenar lo que las empresas ya hacen y dar visibilidad a su desempeño ambiental, social y de gobernanza. Y, sobre todo, son una puerta abierta para quienes quieran dar un paso hacia una gestión más profesional, más estratégica y más transparente.
En Expok, estamos acompañando a diversas organizaciones a entender estas normas, a estructurar su información y a traducir la sostenibilidad al lenguaje contable y de negocio. Porque, como dijo Pati Moles al final de nuestra conversación: “Lo más importante es que no se considere un proyecto, sino algo cotidiano: ajustar los procesos para que sea información para la toma de decisiones.”
Y ese, precisamente, es el verdadero sentido de las NIS. Porque a partir de ahora, la sostenibilidad ya no solo se comunica: se registra, se mide y se gestiona. Y hacerlo bien puede marcar la diferencia entre cumplir por obligación o cumplir con propósito y estrategia.
Edgar López Pimentel, es actualmente Director en Expok, ejerciendo su liderazgo día a día con pasión por la responsabilidad social y el desarrollo sustentable. Su labor ha contribuido significativamente al posicionamiento de empresas líderes en materia de responsabilidad social.
Su formación académica, enriquecida por programas de Alta Dirección de Empresas en el IPADE e IE Business School, así como una maestría en Responsabilidad Social Empresarial en la Universidad Anáhuac Norte, respaldan su liderazgo.
