La inteligencia artificial (IA) está transformando la forma en que las empresas gestionan la sostenibilidad, pero no sin consecuencias para los profesionales en formación. Según Paddy Balfour, director general de la firma de reclutamiento Acre de Asia Pacífico, la automatización de tareas como los reportes de sostenibilidad está reduciendo las oportunidades para el personal de nivel inicial. Este fenómeno genera preocupación sobre la falta de experiencia práctica que necesitarán los futuros líderes para avanzar en sus carreras.
El impacto en los talentos en sostenibilidad es especialmente significativo en Asia Pacífico, donde las empresas han optado por reforzar sus plantillas con personal sénior y reducir las contrataciones júnior. Esto, asegura Balfour, está generando un “problema masivo de trayectoria de talento”, pues los jóvenes dejan de realizar trabajos básicos pero cruciales para su desarrollo profesional. Balfour advierte que, sin una estrategia de mentoría y transferencia de conocimiento, el sector corre el riesgo de carecer de profesionales preparados para asumir puestos de liderazgo en el futuro.
Talentos en sostenibilidad: menos juniors, más especialización
En el marco de la conferencia ReThink en Hong Kong, Balfour señaló que el mercado laboral está priorizando perfiles con experiencia y conocimientos especializados. “Hemos visto más contrataciones de personal sénior y menos de personal júnior”, afirmó. La IA permite automatizar tareas repetitivas y de alta carga administrativa, lo que ha reducido la necesidad de emplear a recién graduados para estas funciones.
Este cambio de enfoque está moldeando el panorama laboral: ahora las empresas buscan perfiles altamente técnicos como gestores de biodiversidad o especialistas en métricas de carbono. Estos roles requieren competencias avanzadas que los jóvenes profesionales no siempre han tenido la oportunidad de desarrollar. La consecuencia es una menor diversidad generacional en los equipos de sostenibilidad, lo que podría afectar la innovación y la transferencia de conocimiento.

La demanda de habilidades comerciales también ha aumentado, especialmente para los directores de sostenibilidad (CSO), quienes deben demostrar que sus estrategias aportan valor tangible al negocio. La presión es alta en el nivel ejecutivo, pues las empresas enfrentan regulación más estricta y expectativas de inversionistas en torno a resultados medibles en ESG.
De acuerdo con Balfour, este entorno exige profesionales que combinen conocimientos técnicos y visión estratégica. Sin embargo, la falta de experiencia práctica para los más jóvenes pone en riesgo el desarrollo de la próxima generación de líderes en sostenibilidad.
Brecha de experiencia y riesgo para el futuro
La reducción de oportunidades para profesionales de nivel inicial está creando un cuello de botella en la formación de líderes. Los talentos en sostenibilidad en etapa temprana solían encargarse de tareas operativas como recopilar datos para reportes o gestionar indicadores ESG, procesos que eran fundamentales para aprender sobre el funcionamiento interno de las empresas.
Sin estas oportunidades, los graduados pierden contacto con el “trabajo de campo” necesario para progresar. Esto agrava la brecha de experiencia entre el nivel júnior y el sénior, lo que podría generar una crisis de liderazgo en la próxima década. Balfour subraya que las empresas y las universidades deben trabajar en conjunto para diseñar programas de mentoría que compensen esta carencia.
El problema no es exclusivo de Asia Pacífico: un estudio de Bloomberg reveló que la IA está afectando empleos de nivel inicial en múltiples sectores. El riesgo es que esta tendencia se convierta en un obstáculo estructural para el crecimiento del sector de sostenibilidad.
Un enfoque proactivo podría incluir la creación de programas rotativos que expongan a los jóvenes a diferentes áreas de sostenibilidad, desde datos hasta estrategia. Esto permitiría que los equipos no pierdan la diversidad generacional que enriquece la toma de decisiones.

Presión en el nivel C-Suite
A medida que la sostenibilidad se convierte en un tema central de las juntas directivas, la presión sobre los CSO ha aumentado. Balfour explicó que estos líderes ya no son vistos como simples administradores de cumplimiento, sino como piezas clave para generar ventaja competitiva. Esto demanda que tengan habilidades en regulación, mercados de carbono y finanzas sostenibles.
No obstante, Balfour advirtió que aún es raro ver a un CSO convertirse en CEO, lo que refleja que la sostenibilidad no ha alcanzado la misma relevancia que otras funciones estratégicas en la alta dirección. “En cuanto tengamos profesionales que aporten una auténtica visión integral en puestos directivos, veremos un mayor protagonismo de la sostenibilidad en el C-Suite”, afirmó.
Casos como el de Vinamra Srivastava, director de sostenibilidad e inversión de Capitaland Investments, muestran el potencial de los líderes que integran criterios ESG en las decisiones de negocio. Su perfil combina experiencia en sostenibilidad con visión financiera, lo que puede inspirar a otros a seguir este camino.
La falta de progresión de los talentos en sostenibilidad hacia posiciones directivas podría ralentizar el impacto de las estrategias corporativas en los próximos años. Es fundamental que las empresas desarrollen planes de sucesión que preparen a los futuros CSO y les den un lugar en las decisiones estratégicas.
IA y ESG: aliados y desafíos
Aunque la IA puede parecer una amenaza para los empleos de nivel inicial, también representa una oportunidad para mejorar la calidad de los datos y liberar tiempo para tareas de mayor valor estratégico. Hendrik Rosenthal, director de sostenibilidad de CLP en Hong Kong, indicó que los equipos deben ser prácticos y utilizar estas herramientas para seguir siendo relevantes.
La clave está en encontrar el equilibrio entre automatización y desarrollo de talento. Si bien las herramientas digitales pueden encargarse de tareas rutinarias, las empresas deben asegurarse de que los jóvenes tengan acceso a experiencias que desarrollen su criterio y capacidad de análisis.

John Haffner, de Hang Lung Properties, reconoció que los equipos de sostenibilidad enfrentan resistencia para impulsar la agenda ESG, pero afirmó que las ambiciones de su empresa se mantienen firmes. Este tipo de compromiso es esencial para evitar que el uso de IA se traduzca en un debilitamiento de la cultura de sostenibilidad.
En última instancia, la IA debe convertirse en un complemento del trabajo humano y no en un sustituto que ponga en riesgo el crecimiento de los equipos. Garantizar que los talentos en sostenibilidad sigan teniendo un papel activo será crucial para mantener la innovación y el impacto en el largo plazo.
Mentoría y estrategia ante la disrupción
La irrupción de la IA en las áreas de sostenibilidad está generando beneficios de eficiencia, pero también amenaza con frenar la formación de profesionales de nivel inicial. Las empresas necesitan un enfoque que combine automatización inteligente con desarrollo de talento humano, asegurando que los futuros líderes tengan el conocimiento práctico para asumir responsabilidades estratégicas.
Invertir en programas de mentoría, rotación de áreas y formación continua permitirá que los jóvenes profesionales se conviertan en los próximos CSO y directores de impacto. De lo contrario, el sector podría enfrentar un déficit de liderazgo justo cuando el mundo más necesita soluciones sostenibles.







