- Advertisement -
NoticiasAmbientalMéxico cosecha soberanía: cómo la agricultura impulsa desarrollo, tecnología y sostenibilidad

México cosecha soberanía: cómo la agricultura impulsa desarrollo, tecnología y sostenibilidad

Banner Economía Circular Banner Economía Circular

 por Matías Ipiña, Director ejecutivo de Syngenta región Mesoamérica

Cuando disfrutamos una tortilla, un aguacate fresco o un jitomate jugoso, estamos celebrando el trabajo incansable, la innovación y la pasión del campo mexicano. Lejos de ser solo una actividad rural, la agricultura se está convirtiendo en la base de un futuro más próspero, resiliente y sostenible para México.

En un momento en que la soberanía alimentaria se ha vuelto una prioridad nacional, plasmada en los objetivos del Plan México y en distintas políticas públicas recientes, resulta indispensable reconocer que el campo mexicano es un eje estratégico para alcanzar esta meta. Garantizar el acceso a alimentos suficientes, seguros y nutritivos para toda la población exige no solo más producción, sino una transformación integral del modelo agrícola.

De acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), durante el primer bimestre de 2025 la balanza agroalimentaria registró un superávit histórico de 2,203 millones de dólares, y al cierre del primer cuatrimestre alcanzó un total de 3,930 millones. Al mismo tiempo, las actividades primarias crecieron un sólido 6.7 % anual y 7.8 % en el primer trimestre de 2025, impulsadas por cultivos de frijol, papa, zanahoria, cítricos y maíz blanco. Estas cifras no solo son números: representan nuevas oportunidades de mercado, ingreso para las comunidades rurales y una muestra clara de la competitividad global de nuestro campo.

agricultura y sostenibilidad

Detrás de estos resultados hay una transformación silenciosa pero profunda: la convergencia entre el conocimiento ancestral de los productores y el respaldo de la ciencia y la tecnología. Prácticas como la agricultura regenerativa, el manejo integrado de plagas y el uso de sistemas de monitoreo digital permiten hoy mejorar rendimientos en muchos casos entre 10% y 20%, sin necesidad de expandir nuevas tierras de cultivo. Esto demuestra que es posible aumentar la productividad sin comprometer los recursos naturales.

En este escenario, el papel de empresas de investigación y desarrollo como Syngenta se vuelve fundamental. Desde su experiencia global, pero con un entendimiento profundo del campo mexicano, la compañía ha impulsado iniciativas como Operación Polinizador, un programa que fomenta la creación de hábitats para insectos polinizadores en zonas agrícolas, contribuyendo a mejorar la biodiversidad funcional y la productividad de los cultivos. Esta estrategia no solo refuerza los servicios ecosistémicos fundamentales para la agricultura, sino que también promueve prácticas responsables que armonizan la producción con el cuidado del entorno. Al proteger a las especies polinizadoras, se fortalece la resiliencia de los sistemas agrícolas frente al cambio climático y se garantiza la sostenibilidad a largo plazo.

Claro está, ningún avance es completo si deja a sectores fuera de la ecuación. Por ello resulta igualmente relevante el trabajo que Syngenta ha desarrollado en capacitación: tan solo en 2024, más de 26,000 agricultores en México fueron formados en prácticas sostenibles, muchos de ellos pequeños productores que hoy tienen acceso a tecnologías y asesorías que antes parecían inalcanzables.

agricultura y sostenibilidad

Frente a este panorama, tenemos hoy una oportunidad real de consolidar un modelo agrícola ejemplar: competitivo, sostenible e inclusivo. Un modelo que no solo busque producir más, sino producir mejor. Donde el agua se use de forma eficiente, las mujeres ocupen su lugar justo, la ciencia aporte soluciones adaptadas, y las alianzas público-privadas, como las que ya vemos en marcha, multipliquen capacidades.

México tiene la oportunidad de convertirse en un referente de cómo la agricultura evoluciona hacia modelos regenerativos, rentables e inclusivos. Las alianzas inteligentes, como las que hoy vemos entre productores, autoridades, ciencia y empresas como Syngenta, son el mejor ejemplo de cómo sumar capacidades puede acelerar esta transformación. No se trata solo de producir más, sino de producir mejor. Y en ese camino, el campo mexicano no parte de cero: parte con ventaja.

PLATIQUEMOS EN REDES SOCIALES

spot_img
spot_img
spot_img

Lo más reciente

DEBES LEER

TE PUEDE INTERESAR