Chihuahua, Chihuahua, México — Activistas de Greenpeace entregan mazorcas de Chihuahua en bolsas de plástico con la leyenda: «¿Más evidencias? maíz transgénico igual a contaminación»; para empaquetalas se tomaron medidas de bioseguridad, ante la incertidumbre de que estén contaminadas.
Las organizaciones campesinas El Barzón, Frente Democrático Campesino (FDC), el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres y Greenpeace recolectaron cientos de mazorcas tomadas de varios cultivos del estado de Chihuahua y las llevaron a la delegación estatal de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), para exigirle a su titular, Carlos Aguilar Camargo, que proteja al maíz mexicano ante las evidencias de contaminación con maíz transgénico en la entidad.
Activistas de Greenpeace y de las organizaciones participantes entregaron las mazorcas en bolsas de plástico con la leyenda: ¿Más evidencias? maíz transgénico igual a contaminación. Para empaquetar las mazorcas se tomaron medidas de bioseguridad, ante la incertidumbre de que estén contaminadas.
De esta forma, las organizaciones ejemplificaron las medidas de bioseguridad que debe seguir la Sagarpa, a dos semanas de que el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) reconociera la presencia de maíz transgénico sólo en 70 hectáreas del Valle de Cuauhtémoc. La Senasica hizo públicos sus trabajos de inspección y verificación de los cultivos mencionados después de la etapa de polinización, lo cual plantea una gran incertidumbre a las organizaciones acerca de la extensión real de la contaminación.
“No necesitamos más evidencias de la amenaza para el maíz, principal alimento de los mexicanos. Las autoridades de Sagarpa permitieron la contaminación de nuestro Estado y serán las responsables si este caso escala a nivel nacional por no tomar las medidas apropiadas para responder ante esta emergencia. El maíz amarillo producido en Chihuahua se distribuye a otras entidades del país como al Estado de México, para producir almidón; a Jalisco y la región lagunera para la alimentación de ganado lechero, y a Diconsa para surtir a las poblaciones de la Sierra Tarahumara, por lo cual, la contaminación puede exceder los límites del estado”, señaló Gabino Gómez, representante de El Barzón.
“El Ing. Carlos Aguilar Camargo, en su calidad de representante de la Sagarpa en el Estado, debe rendir cuentas sobre las medidas que se están implementado para contener la contaminación de los cultivos en los que se detectó presencia de maíz transgénico. Científicamente está demostrado que la siembra de maíz transgénico tiene un alto potencial para contaminar los cultivos aledaños debido a su polinización cruzada, lo cual representa una fuerte amenaza para nuestros cultivos de maíz, para la biodiversidad y la salud de los mexicanos”, dijo Francisco Escalante, coordinador del Frente Democrático Campesino.
“No aceptaremos que como respuesta a nuestras demandas, la Sagarpa criminalice a los agricultores dueños de las parcelas en la que se detectó maíz transgénico. Exigimos verdaderas medidas de bioseguridad, las cuales deben tener como principio básico la precaución de un desastre mayúsculo para el medio ambiente, la salud de los mexicanos y nuestra gran diversidad genética de maíces nativos. Algunos de los peligros de estos cultivos para el medio ambiente y la agricultura son el incremento del uso de tóxicos, la contaminación genética de razas y variedades de maíz y del suelo, la pérdida de biodiversidad, el desarrollo de resistencia en hierbas e insectos dañinos a los cultivos e impactos negativos en insectos benéficos como lombrices de tierra, arañas y mariposas (1). Los efectos sobre los ecosistemas son irreversibles e imprevisibles”, explicó Aleira Lara, coordinadora de la campaña de Agricultura Sustentable y Transgénicos de Greenpeace.
Es urgente que las autoridades federales declaren públicamente los rasgos importantes de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) o transgénicos que ha detectado, ya que existe gran incertidumbre entre los consumidores respecto a que estos OGM, para uso industrial y farmacéutico, puedan estar presentes en la cadena alimenticia. La contaminación con maíz transgénico en México es una violación a los derechos humanos por parte de las autoridades mexicanas: el derecho a una alimentación sana”, explicó Luz Estela Castro, representante del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres.
El día de hoy dio inicio el Segundo Foro del Maíz y otros granos, impulsado por los promotores de los OGM, como UNIPRO y el Consejo Estatal Agropecuario de Chihuahua, en el que se promocionará la implementación de cultivos transgénicos con el respaldo de funcionarios de Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), perteneciente al Banco de México y autoridades del gobierno de Chihuahua. Demandamos a las empresas biotecnológicas como Monsanto, Pioneer, Syngenta y Dow AgroSciences, que se hagan responsables de sus patentes, que están contaminando al campo mexicano; y a la Sagarpa, el cumplimiento de sus funciones de inspección y vigilancia ¡No necesitamos más evidencias de contaminación con maíz trasngénico!
Nuevas alertas por el consumo de transgénicos
No se están evaluando correctamente los riesgos para la salud humana por el consumo de transgénicos y se desconocen sus efectos a largo plazo, sin embargo, existe incertidumbre por el posible desarrollo de nuevas alergias y resistencia a antibióticos.
Tampoco se ha evaluado qué ocurre con los animales que son alimentados con este tipo de granos ni se les informa a los consumidores en qué alimentos hay presencia de transgénicos, por lo que es indispensable un sistema de etiquetado.
Además, existe un nuevo riesgo de contaminación: otra variedad de maíz transgénico que aún no se ha liberado al medio ambiente en Estados Unidos, con la que se está experimentando para producir fármacos, plásticos, detergentes y pinturas, y que podrían estar presentes en nuestros alimentos (2).
Fuente: Greenpeace México