La COP30, que se celebra del 10 al 21 de noviembre en Belém, Brasil, ha reunido a líderes mundiales, científicos y representantes de la sociedad civil para abordar la crisis climática. En este contexto, Alfonso Herrera, mejor conocido como “Poncho” Herrera, se ha destacado por llevar la voz de refugiados y personas desplazadas, un sector especialmente vulnerable a los efectos del cambio climático. Su presencia no solo subraya la importancia de la justicia climática, sino que también da rostro humano a la emergencia ambiental más urgente de nuestra era.
El actor mexicano y embajador de buena voluntad de ACNUR desde 2020, ha trabajado durante años para visibilizar las historias de quienes se ven obligados a abandonar sus hogares. En entrevista exclusiva para Expok, Herrera compartió sus experiencias y el mensaje que espera llevar a la COP30: un llamado a integrar a las personas desplazadas en las políticas de acción climática y a que nadie quede atrás.
La crisis climática y el desplazamiento humano
Cuando hablamos de refugiados y desplazados, estamos refiriéndonos a aproximadamente 117 millones de personas, de las cuales casi 90 millones sufren directamente los estragos del cambio climático. Poncho Herrera en la COP30 ha enfatizado que estas cifras representan voces que no han sido escuchadas y que necesitan ser incorporadas en las decisiones políticas y en los programas de asistencia.
“El cambio climático no es solo una cuestión de temperaturas o cifras. Es una crisis que golpea con más fuerza a quienes ya han escapado de la guerra y la persecución.”
En sus viajes con ACNUR, Herrera ha sido testigo de historias desgarradoras y esperanzadoras: familias desplazadas, niños y personas mayores afectadas por conflictos armados y desastres naturales. Su labor consiste en visibilizar estas realidades, demostrando que la crisis climática es un problema global que exige soluciones inclusivas y basadas en derechos humanos.
Dar voz a quienes no la tienen
Estar en la COP30 le brinda a Herrera una plataforma única para sensibilizar a gobiernos y organismos internacionales. Su objetivo principal es que los refugiados y desplazados sean escuchados y que sus necesidades se integren en políticas públicas de cada país.
“Nadie está exento de la crisis climática; necesitamos ralentizar este tren antes de que sea demasiado tarde.”

Herrera subraya que la crisis climática afecta a todos, sin importar la región o el nivel de desarrollo. Ejemplos recientes de Somalia y Honduras muestran que ninguna comunidad está exenta de los impactos ambientales, y que la acción global debe ser rápida y coordinada.
Experiencias de campo que inspiran acción
En entrevista para Expok, Herrera recordó su visita a Uganda, donde las familias desplazadas luchaban por asegurar alimentos meses antes de su temporada de cosecha. Este ejemplo ilustra la intersección entre la crisis humanitaria y climática, y cómo la acción inmediata es vital para garantizar la supervivencia y dignidad de estas comunidades.
Herrera también destaca la importancia de que la iniciativa privada se involucre. Al colaborar con organizaciones y empresas, se pueden movilizar recursos, plataformas y valores que generan un impacto tangible en las comunidades afectadas.
La importancia de la cooperación
Poncho Herrera en la COP30 ha insistido en que la solución a estos desafíos requiere un esfuerzo conjunto: gobiernos, sociedad civil, empresas y ciudadanos deben coordinar acciones. Las historias humanas, dice Herrera, son las que dan peso a los debates y acuerdos que de otro modo quedarían reducidos a cifras y estadísticas.
En este sentido, Herrera enfatiza que su rol es visibilizar el trabajo de quienes están en el terreno, desde la asistencia legal y educativa hasta la atención directa a desplazados.
“Los verdaderos héroes son quienes trabajan diariamente para proteger y apoyar a estas personas; mi rol es darles visibilidad.”
Un llamado a la acción global
La COP30 marca un momento decisivo en la lucha contra el cambio climático, y Herrera aprovecha la oportunidad para subrayar que defender el planeta es también defender a sus habitantes más vulnerables. Su mensaje es claro: la acción climática debe ser inclusiva, solidaria y basada en justicia social.
Con su participación, Herrera no solo promueve políticas más equitativas, sino que inspira a individuos, empresas y gobiernos a actuar de manera responsable y comprometida. La conciencia y la empatía, asegura, son motores esenciales para un futuro sostenible y justo para todos.

Poncho Herrera en la COP30 demuestra que la visibilidad y la voz son herramientas poderosas para impulsar la acción climática y humanitaria. Su enfoque combina sensibilidad, experiencia de campo y una plataforma mediática para generar impacto real.
Al integrar los derechos de los refugiados y desplazados en la agenda climática, Herrera muestra que la solución a la crisis ambiental requiere un enfoque holístico que incluya a todos los sectores de la sociedad. Su participación en la COP30 es un ejemplo de cómo la responsabilidad social y el activismo humanitario pueden converger para transformar políticas y vidas.







