México está lejos —muy lejos— de cumplir la meta internacional de reducir a la mitad las muertes por hechos de tránsito para 2030.
El Monitor de la Seguridad Vial 2025, presentado por Fundación Aleatica, revela que, de mantenerse la tendencia actual, el país podría alcanzar 279 % más fatalidades y lesiones graves de lo proyectado.
En 2023 se registraron 16 489 muertes viales, la cifra más alta desde que hay registro, y 43 966 lesiones graves.
Detrás de estos números hay una realidad particularmente dolorosa: siete de cada diez víctimas son motociclistas, peatones o ciclistas.
Es decir, los usuarios más vulnerables del sistema de movilidad son los que más pierden la vida.
Por eso, vale detenerse en algunas paradas preventivas que el propio estudio y las reflexiones del panel dejan sobre la mesa.
Primera parada: las ciudades
El Monitor advierte que 97 % de los siniestros ocurre en zonas urbanas.
Allí se cruzan el diseño vial, la velocidad, la señalización deficiente y la falta de control.
Las políticas públicas deben concentrarse donde ocurre el mayor daño: en las calles, no solo en las carreteras.
La seguridad vial empieza en las ciudades, donde la infraestructura salva —o cobra— vidas.

Segunda parada: las motocicletas
El informe confirma que la mortalidad en motociclistas creció 13.9 % en un año y 126 % en menos de una década.
El número de motos en circulación aumentó 240 % en diez años, sumando más de 1.2 millones nuevas solo el último año.
Esta expansión obliga a repensar responsabilidades: fabricantes, distribuidores, aseguradoras y gobiernos deben actuar de manera coordinada.
La seguridad no puede depender solo de la habilidad del conductor: debe estar integrada en toda la cadena de valor.
Tercera parada: la corresponsabilidad empresarial
Durante la presentación del Monitor, pregunté al panel sobre el papel de la iniciativa privada frente a este desafío.
Porque hablar de seguridad vial también es hablar de ética y responsabilidad corporativa.
Mi pregunta fue respondida por Gonzalo Peón, director del ITDP México, quien compartió un ejemplo que demuestra que la colaboración sí puede salvar vidas: la Coalición del Casco, impulsada por Fundación Aleatica, FIA Foundation y gobiernos locales.
“Trabajamos con las principales cadenas que venden motocicletas y equipo de seguridad para que dejen de comercializar cascos no certificados”, explicó Peón.

“Además, hemos logrado que el precio de los cascos certificados se reduzca casi a la mitad en tres años, mejorando la accesibilidad sin comprometer la calidad.”
Cuando la Ciudad de México anunció la obligatoriedad de cascos certificados, las ventas aumentaron 57 %.
Un recordatorio de que la regulación y la responsabilidad pueden ir de la mano del desarrollo empresarial.
Cuarta parada: las autopistas y la evidencia
El Monitor también muestra que los hechos de tránsito en autopistas se redujeron 30 % desde 2015.
Esta tendencia positiva refleja una gestión más efectiva, caracterizada por mejor fiscalización, control de velocidad, señalización adecuada y menor interacción con usuarios vulnerables.
El dato no solo es técnico: demuestra que sí es posible revertir las cifras cuando existe constancia y supervisión.
Donde hay reglas claras, inversión y responsabilidad, la seguridad mejora.

Quinta parada: la responsabilidad compartida
El estudio concluye que alcanzar las metas de seguridad vial al 2030 requiere intervenciones diferenciadas y trabajo conjunto entre gobiernos, organizaciones y sector privado.
La Fundación Aleatica participa activamente en grupos de trabajo, observatorios ciudadanos y coaliciones con organismos internacionales, lo que confirma que la colaboración multisectorial es el camino.
La responsabilidad vial también es responsabilidad social.
Cada empresa involucrada en la movilidad —desde fabricantes hasta concesionarias, aseguradoras, transportistas y medios de comunicación— tiene una parte en la ecuación.
La movilidad segura no se decreta: se construye con corresponsabilidad, liderazgo y coherencia.
Si cada actor hiciera una breve parada para revisar el impacto de sus decisiones, el camino hacia 2030 sería mucho menos mortal.
Consulta el informe completo en el sitio oficial de Fundación Aleatica:
https://www.fundacionaleatica.org/monitor-de-la-seguridad-vial







