Un desinfectante ecológico de aguas contaminadas y un sistema de despolimerización del PET, que podrían ser de utilidad para papeleras y productoras de bebidas, fueron desarrolladas por integrantes del Centro Mexicano de Química Verde y Microescala, del Departamento de Ingeniería y Ciencias Químicas de la Universidad Iberoamericana (CMQVM-UIA).
El Centro, que nació hace dos décadas, ha concentrado sus esfuerzos en talleres educativos para investigaciones menos agresivas con el medio ambiente y la enseñanza de la química en pequeña escala, pero también ha participado en la creación de varios desarrollos ecológicos.
“Hemos hecho algunos desarrollos como el desinfectante amigable, una patente europea para la despolimerización del PET de los envases de refrescos y una patente para reducir cromatos tóxicos”, relató en entrevista el investigador Jorge Ibáñez Cornejo, coordinador del CMQVM-UIA.
El investigador, que dirigió al grupo que desarrolló un nuevo proceso para producir el desinfectante ecológico que mejora la limpieza de aguas contaminadas, relató que el dióxido de cloro podría usarse para el blanqueamiento de la pulpa de la celulosa, en lugar de utilizar el cloro, que produce compuestos tóxicos y es utilizado en este proceso.
“Demostramos que (el blanqueador) se puede, en principio, producir de una manera más ecológica de la que se hace normalmente. Estamos abiertos a que si hay algún industrial interesado, podemos pasarle el conocimiento, porque hasta donde sabemos hay muy pocas empresas que producen el dióxido y las que lo hacen es de una manera muy tradicional”, dijo el investigador.
El investigador relató que el CMQVM-UIA nació por el interés que tuvieron investigadores que querían explorar las técnicas de microescala, para reducir costos, bajar emisiones y aumentar el repertorio de experimentos en laboratorios.
“El fenómeno de las pruebas de “microescala” se difundió en EU a comienzos de la década de los 80 y se debió al esfuerzo de algunos profesores en Boston, Massachusetts, que buscaban tener costos accesibles en los laboratorios.
“En Estados Unidos nació un movimiento que buscaba hacer más verde los procesos químicos en los laboratorios al disminuir la escala, con lo que amentaban la productividad, seguridad y disminuían los costos de los proyectos. A eso le llamaron química en microescala”, dijo.
Este tipo de experimentos relacionados con la química en microescala están basados en tres conceptos: reducir, recuperar y reciclar.
Con ello se busca disminuir el costo, duración y riesgos asociados a investigaciones en laboratorios, con la misma efectividad que si se hicieran las pruebas a gran escala.
“El punto central es que los resultados son los mismos, pero no se desperdician más sustancias, no cuesta más y no se expone a los estudiantes a peligros”, explicó el doctor Ibáñez.
Dependiendo de cada proyecto, la química de microescala puede llegar a generara ahorros de hasta 99 por ciento, lo que significa que sólo con la utilización de uno por ciento de materiales, se pueden tener resultado en un experimento.
Aunque el Entro Mexicano de Química Verde y Microescala de la Universidad Iberoamericana se ha enfocado, básicamente, al ámbito educativo, algunos de sus desarrollos podrán ser útiles para la industria, como es el caso de la despolimerización del PET.
“En esta patente desarrollada por el maestro Arturo Fregoso ya se está trabajando con diferentes empresas para su comercialización. Es un proceso para que, una vez que ya se utilizó el envase de refrescos se regrese a la materia prima para volver a producirlos”, dijo Jorge Ibáñez.
En el Centro participan 13 profesores-investigadores que promueven el diseño de experimentos en microescala, además en la diseminación de la llamada “Química Verde”.
Pues lo que se busca es trasladar controles ambientales a las pruebas de investigaciones en laboratorios.
“Nuestro interés es capacitar a profesores de todos los niveles para que trabajen en estos temas; queremos generar un efecto piramidal”, resaltó Ibáñez.
Fuente: Petroquímica – suplemento de Reforma
Autor: Karla Rodríguez
Publicada: 16 de agosto 2010
