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Entendiendo la Responsabilidad Social¿Por qué renunciar sin tener otro trabajo en puerta?

¿Por qué renunciar sin tener otro trabajo en puerta?

¿Cuántas veces has escuchado la frase, “El que no arriesga, no gana”?, ¿lo has hecho en una situación laboral? La mayoría de nosotros dirá que no, debido a que no siempre es tan sencillo salir de nuestra zona de confort, y mucho menos renunciar a nuestra estabilidad pero en ocasiones tomar estos riesgos puede traer mayores beneficios.

Es muy común que la gente no se atreva a renunciar a su actual trabajo si no tiene en puerta otro. No solo porque los empleadores prefieren contratar a personas que ya están laborando, sino también porque muchas personas tienen miedo a fracasar. Sin embargo, debes saber algo… si tienes talento, a veces es mejor salir de una situación que te pueda asfixiar.

¿Cómo saber cuándo renunciar?

Priscilla Claman, colaboradora del portal Harvard Business Review, comparte que aveces es necesario soltar un trabajo, especialmente cuando este amenaza con destruir tu carrera pero sobre todo resalta que hay dos momentos importantes en los que se debe considerar renunciar:

1-. Cuando algo ilegal o poco ético esta pasando en la empresa

Un ejemplo de ello es el caso de Bet, quien inició una empresa con dos de sus amigos y decidió abandonarla después de que se enteró que sus socios le estaban cometiendo fraude.

Ella sabía que tenía mucho que aportar pero quedarse en la compañía no era una opción; contrató a un abogado para que le ayudara con los procesos legales, salió y a los pocos meses encontró trabajo y salvó su reputación.

2-. Cuando tu trabajo está afectando directamente tu salud y el equilibrio personal

Priscilla también comparte el caso de Paul, quien fue vicepresidente de una empresa con poco interés en el bienestar laboral y más enfocada en resultados (todo lo que debería ser una empresa responsable pero un paradigma de lo más común). Esta situación lo colocó en una circunstancia difícil debido a que tuvo que trabajar más horas de las que indicaba su jornada; constantemente se enfermaba, no comía ni dormía bien pero no podía renunciar a su trabajo debido a que tenía tres hijos y uno de ellos con necesidades diferentes.

Su salud fue empeorando y no le permitía desarrollarse de manera eficaz en las entrevistas de trabajo que su familia le fue consiguiendo, entonces Paul decidió crear un plan que lo ayudara a mejorar su salud y a conseguir un nuevo empleo: agradeció a sus antiguos jefes, consiguió todas las referencias que tenía, confió en su talento, renunció y al poco tiempo consiguió un trabajo en una empresa más responsable que le permitió recuperar ese equilibrio entre las actividades laborales y personales.

Ambos ejemplos decidieron renunciar sin tener algo nuevo en puerta pero la ética y la salud siempre son primero; y así como éstas, pueden existir otras problemáticas que a veces no tienen una fácil solución, como el acoso laboral, el mobbing o el síndrome de burnout.  Si todavía no estás del todo convencido, Priscilla Claman comparte algunos consejos que puedes ayudarte.

Tips esenciales para renunciar y no morir en el intento

Si has tratado de adaptarte y estás seguro de que el problema es la empresa y no tú, y en realidad no ves en el horizonte deseos de tu compañía por mejorar el ambiente laboral, entonces tal vez sea hora de partir, pero antes de hacerlo…

1-. ¡Planifica!

Si no te atreves a renunciar sin tener algo en puerta, entonces haz un plan de cómo y en qué momento renunciar. Márcalo en tu calendario y antícipate a esa fecha, actualiza tu curriculum y empieza a enviarlo.

2-. ¡Las referencias importan!

Casi siempre es importante contar con referencias laborales y personales que ayuden a reforzar tu compromiso y tus habilidades como colaborador y persona pero debes tener en cuenta que al menos una debe ser de tu trabajo actual.

3-. ¡Redacta una carta de renuncia corta!

En todo caso que tengas que presentar una carta de renuncia, trata de hacerla lo más corta y objetiva posible. No culpes a nadie de tu renuncia y comparte con tu jefe esta carta señalando que agradeces todo lo aprendido y el tiempo que compartiste en la empresa.

4-. ¡Seguir adelante!

Como dicen por ahí: “Lo hecho, hecho está», después de que presentas tu renuncia debes hacerte la idea de que a partir de ese momento será el primer día de tu nueva carrera.

Después de conocer estos consejos, ¿te atreverás a salir de tu zona de confort?

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