Luchar contra la comida chatarra, que es causa de sobrepeso y obesidad, y combatir la desnutrición crónica fueron las principales propuestas de la Segunda Conferencia sobre Nutrición, que finalizó ayer (viernes) en Roma.
La OMS y FAO instaron a los gobiernos a trabajar con las industrias para que éstas vendan menos comida basura, que no aportan tasas adecuadas de proteínas y vitaminas y, por el contrario, exceden de grasas y azúcares.
Además, pidieron que las compañías sean más transparentes en brindar información a los consumidores.
«El problema del etiquetado es muy importante. Con la globalización, comemos alimentos elaborados en otras partes del mundo con etiquetados que no entendemos», explicó el responsable de la FAO, José Graziano da Silva.
Este mensaje fue bien recibido por algunos gobiernos, como el chileno, cuyo presidente de la Comisión de Salud del Senado y médico de formación, Guido Girardi, incluso aseguró que su Gobierno demandará a las empresas de comida chatarra, como Nestlé, Kellogg’s, McDonald’s y The Coca Cola Company.
Otros, como el representante de México, el subsecretario de Alimentación y Competitividad, Ricardo Aguilar Castillo, no mencionaron el asunto, a pesar de que México sea el país más obeso del mundo, según algunos recientes estudios de la FAO.
También instaron a reducir en un 30 por ciento el consumo de sal, disminuir drásticamente el consumo de grasas y de azúcares y, al mismo tiempo, fomentar el uso de productos frescos y locales.
Estas son algunas de las medidas contenidas en el Marco de Acción, que contiene los nuevos desafíos hasta 2025 que firmaron más de 170 países.
La última jornada de la reunión finalizó con varias intervenciones de representantes de países de América Latina, que reconocieron que en sus países el número de hambrientos disminuyó, sin eliminarse, al tiempo que aumentó el de obesos.
El Embajador chileno ante la FAO, Luis Fernando Ayala González ejemplificó que en su país, la desnutrición infantil no supera el 0.5 por ciento, pero cada hora muere una persona obesa y más del 60 por ciento de la población sufre malnutrición por exceso.
De igual forma, la directora general de Salud de Uruguay, Marlene Sica, reconoció que en su país el problema del sobrepeso y la obesidad afecta a gran parte de la población.
Por esta situación, el Embajador colombiano, Juan Sebastián Betancur, aseguró que su nación se comprometió en apoyar a los alimentos locales.
«(Queremos) estimular la producción de alimentos autóctonos, con lo cual se generan ingresos al campesino, y que cumplan adecuadamente con los más exigentes estándares de calidad nutritiva», dijo Betancur.
Con todo, el Marco de Acción firmado por los países no es un documento vinculante.
Fuente: Reforma
