Ofrecen propiedades grandes a precio bajo con acceso a guarderías y escuelas; el proyecto de 13 mil millones de dólares aún requiere financiamiento y ocuparía un área equivalente a 10 veces el Central Park de Manhattan, Nueva York. Su ubicación: Sudáfrica.
David Pearson tiene una visión: una nueva comunidad de 800 mil personas con fábricas, escuelas, clínicas y una universidad que ayudarán a borrar el legado del apartheid en Ciudad del Cabo.
Si la idea se materializa, su proyecto Wescape de 13 mil millones de dólares (140 mil millones en rands sudafricanos) en la segunda ciudad más poblada de Sudáfrica podría servir como modelo de desarrollo para todo el continente.
“África necesita reducir la brecha entre ciudades de tercer y primer mundo para garantizar que los africanos no sigan siendo inquilinos en su propio país,” dijo Pearson, quien huyó del país en 1978 después de que sus padres fueron amenazados con ser detenidos por infringir la prohibición del apartheid sobre las relaciones sexuales entre personas blancas y otras razas. Volvió de Canadá en 1990, cuando Nelson Mandela fue liberado de prisión.
La planificación para el crecimiento es urgente porque se pronostica que la población urbana de África se cuadruplicará a mil 340 millones para 2050. Las crecientes ciudades del continente ya están lacradas por la desigualdad y el crimen, a pesar de que el FMI predice un crecimiento económico del por ciento.
Tal vez en ningún sitio los contrastes son tan marcados como en Ciudad del Cabo, la zona donde se ubican los inmuebles más caros de África y donde una cuarta parte de las viviendas aún carecen de agua corriente. En una lista de 21 ciudades de países en desarrollo, Ciudad del Cabo fue clasificada por la ONU como la más desigual después de Johannesburgo en 2012.
Atractivo Intermacional
Mientras tanto, unos 2 mil 100 multimillonarios de Europa y Johannesburgo poseen propiedades en la zona, principalmente a lo largo de la costa, de acuerdo con New World Wealth, firma de consultoría especializada en el “sector mundial de la riqueza”. Londres encabeza la encuesta de septiembre con 22 mil 300 propiedades y Ciudad del Cabo ocupó el puesto 17.
“Ciudad del Cabo es considerada como una ciudad internacional,” apunta Andrew Amoils, analista de New World Wealth. “El litoral atlántico atrae a los súper ricos como un escape del invierno del hemisferio norte.”
Según reflejó una encuesta de junio elaborada por DeVere Group, una empresa de consultoría financiera con sede en Zúrich, los jóvenes profesionales británicos juzgaron a Ciudad del Cabo como la cuarta opción tras Hong Kong, Dubai y Nueva York como un destino para su retiro. El atractivo de la zona está ligado a más de 100 viñedos y decenas de playas. Las propiedades de lujo también son una ganga relativa: con 1 millón de dólares compras 215 metros cuadrados – casi nueve veces más que en Londres – según un informe de marzo de Knight Frank LLP, una inmobiliaria londinense.
Apartheid Territorial
“Wescape no ofrece una solución milagrosa, pues el apartheid espacial de las ciudades sudafricanas está profundamente arraigado,” indica Gita Goven, directora general de ARG Design, uno de los socios en Wescape.
Ese es el desafío que Pearson ha asumido, apelando a potenciales prestamistas desde Wall Street a Beijing. Las cifras de un censo de 2011 mostraron que una quinta parte de los 3.74 millones de habitantes de Ciudad del Cabo siguen viviendo en chabolas.
Apoyo Político
Wescape cuenta con el apoyo del CNA y del principal partido opositor Alianza Democrática, que gobierna tanto Ciudad del Cabo como Cabo Occidental. Sudáfrica planea 50 proyectos de al menos 10 mil viviendas cada uno para reducir el rezago de 2.3 millones, anunció en julio la ministra de Asentamientos Humanos Lindiwe Sisulu.
El proyecto de Pearson ocuparía un área de 3 mil 100 hectáreas (casi 10 veces el tamaño del Central Park) a 25 kilómetros del centro de la ciudad. Wescape proyecta ofrecer viviendas a partir de 295 mil rands por un apartamento de dos dormitorios, precio que asegura es la mitad del habitual.
Crearía unos 300 mil empleos permanentes y proporcionaría 400 guarderías y escuelas, señaló Pearson.
Pearson, que desde hace más de dos décadas viene desarrollando inmuebles residenciales, comerciales y de uso mixto en Ciudad del Cabo, planea financiar su idea con fondos para el desarrollo y bonos de titulización hipotecaria residencial.
“Si logran hacerlo, será increíble. Tenemos que revisar los números,” comenta Tim Harris, jefe de inversiones en la oficina de la alcaldesa de Ciudad del Cabo Patricia de Lille.
Impacto Ambiental
El proyecto también necesitará apoyo en infraestructura y la implicación de los residentes, afirma Andrew Canter, director de inversiones de Futuregrowth Asset Management (Pty) Ltd., con sede en Ciudad del Cabo. “Es importante que el consumidor se juegue algo, ponga allí sus ahorros, sea propietario y se preocupe,” añade.
Antes de materializarse, Wescape necesita 10 millones de dólares en los próximos tres años para completar una evaluación de impacto ambiental y obtener la aprobación de la ciudad para construir casas en terrenos cultivados durante el siglo 17 por los primeros colonos blancos en el Cabo de Buena Esperanza.
“Una vez que se cambie el uso de suelo, el proyecto se vuelve financiable,” dijo Pearson. Nos explica que hace 10 meses superaron un obstáculo clave, cuando la provincia movió el límite urbano de la ciudad para incluir la zona Wescape, abriendo la tierra para el desarrollo.
Reuniones en China
El año pasado, algunos de los 30 integrantes del equipo de Wescape visitaron Nueva York y Washington para evaluar el atractivo del proyecto ante los ojos de las firmas de capital privado, incluidas Blackstone Group LLP e instituciones de financiación del desarrollo.
De igual forma, funcionarios del brazo de inversión del gobierno provincial promovieron el proyecto en China en agosto y mantuvieron reuniones con Bank of China Limited.
“La construcción de una ciudad dinamizaría la economía,” expuso Pearson. “¿Cómo crees que se formó Singapur?”. Pero no todo el mundo está convencido.
“Me sorprendería si alguna vez alcanza el tamaño o la visión que proyectan”, comentó Vanessa Watson, profesora de planificación urbana en la Universidad de Ciudad del Cabo.
CommuniTgrow, organización que abarca al grupo de diseñadores y arquitectos que trabajan en Wescape, está en conversaciones para realizar proyectos en Ghana, Mozambique, Tanzania y Uganda.
“¿De qué otra manera puedes desarrollar 400 a 800 nuevas ciudades en África? Ciudades que podrían ser el motor económico del mundo en las próximos cuatro décadas,” se pregunta Pearson. “La economía de escala es la clave”.
Fuente: El Financiero
