María de Jesús Chávez organizó y creó en el 2000 la Fundación Tato con la esperanza de que niños con autismo, enfermedad que padecen sus dos hijos, pudieran recibir una formación especializada y digna.
María de Jesús expresa que empezó con siete niños y 20,000 pesos, un taller de manualidades. Parte del crecimiento, refiere, debe a que en el 2005 se logró consolidar el proyecto productivo denominado El rancho de la abuela, que recibió un préstamo económico de 150,000 pesos por parte de Fondo Nadon de Apoyo a las Empresas de Solidaridad (Fonaes), inversión que actualmente ya rebasa tres o cuatro veces la inicial.
EL Economista, Empresas y Negocios, p.27
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