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La fundación empresarial enfrenta el dilema del tiempo en un programa de voluntariado corporativo

Voluntarios vía Shutterstock
Voluntarios vía Shutterstock

Por: Emilio Guerra Díaz

Esta semana estará llena de actividades en torno a los voluntarios, ya que el 5 de diciembre se celebra el Día Internacional de los Voluntarios. Algunos de ellos consisten en convocatorias para que personas presten servicio en alguna actividad que organice un voluntariado formal, una dependencia pública o incluso alguna empresa; otros serán eventos de premiación y los menos, de agradecimiento a los voluntarios por su contribución. Aunque la fecha es motivo para celebrar y reconocer, muchas organizaciones prefieren invertir en tiempo, dinero y esfuerzo para ponerlos a trabajar.

Ya en otras colaboraciones de esta columna se ha abordado el tema respecto a la administración de un programa de voluntariado corporativo desde la empresa, y hemos señalado que existen varias alternativas que se sustentan en dos figuras legales: la Sociedad Anónima, cuando el programa es administrado por algún área de la empresa como puede ser Responsabilidad Social Corporativa, Recursos Humanos, Capital Humano, Relaciones Públicas, etc. o bien, por su fundación, que la mayoría de las veces tiene la figura de asociación civil.

Respecto a un voluntariado corporativo, ¿tiene alguna implicación distinta si es administrado por la fundación o por la empresa?

Quizá el primer acercamiento que debemos hacer para responder esa inquietud consiste en aclarar en dónde están los recursos. Es decir, quién pone al colaborador, al dinero y la logística para realizar el servicio voluntario, que puede ser directo o asociado con una organización de sociedad civil. De esta manera, ya sea la empresa o la fundación pueden maniobrar tanto en el recurso económico como en la logística (vienen de la sociedad anónima), pero el recurso humano está afiliado, por decirlo así, a la empresa y no es de la fundación (asociación civil).

En otras palabras, las personas que conforman un voluntariado corporativo en esencia están vinculadas directamente a la empresa (a la sociedad anónima) y no a la fundación (asociación civil), ésta en cambio, administra un bien que no le atañe laboralmente hablando. Este hecho nos lleva a una de las cuestiones básicas, a la que es importante poner atención y que conforma al principal recurso del voluntariado: el tiempo.

Veamos la observación que hace Fernando Navarro García sobre el voluntariado corporativo: “todas estas actividades tienen que ser voluntarias, es decir, la empresa nunca puede obligar a sus trabajadores a participar en una actividad de ese tipo si éste no lo desea, ya que el objetivo del voluntariado corporativo es promover una cultura de colaboración, sensibilizar a la plantilla sobre las necesidades sociales de otros colectivos y permitirles descubrir nuevos valores y poder poner en práctica la solidaridad que permite un desarrollo más integral las personas” (Fernando Navarro García, Responsabilidad Social Corporativa: Teoría y práctica, Ed. ESIC-Alfaomega, México 2013).

Entonces la siguiente pregunta es, ¿en qué tiempo debe ocurrir la participación voluntaria de trabajadores de una empresa en actividades voluntarias planeadas por el corporativo?, ¿en su tiempo de descanso o en su tiempo laboral?

Si simpatiza con la primera opción, es decir, que debe ocurrir en el tiempo libre del colaborador (por ejemplo ,fines de semana o cuando ha concluido su jornada de trabajo), entonces ¿por qué debe acreditársele el mérito voluntario del empleado a la empresa, porque invirtió recursos económicos para la logística y el uniforme? En realidad la empresa “usa” el tiempo donado a su favor, quitándole horas de descanso, ocio, entretenimiento o de esparcimiento a su colaborador y publicita que sus empleados y familiares realizan servicio voluntario bajo el nombre de la empresa.

En cambio, si el lector elige que la realización de actividades de un voluntariado corporativo deben hacerse en el tiempo de la empresa, en realidad ocurre que ese corporativo estará donando parte de la jornada para que en lugar del cumplimiento de los objetivos laborales se destine una cantidad de tiempo para el bienestar de la comunidad. Esa es la primera contribución que hace verdaderamente un programa de voluntariado a favor del bien común basado en sus propios recursos.

Bien puede señalar un lector, con gran tino, que por la naturaleza de ciertas actividades susceptibles a recibir colaboración voluntaria de un corporativo se tienen que realizar en fines de semana porque además permiten involucrar a los familiares de los empleados o público en general. Es cierto, como lo prueban jornadas de forestación, ferias de organizaciones, brigadas de salud o educación. etc. Pero un programa de voluntariado corporativo no puede edificarse sólo en el tiempo de libre de los empleados

Véalo desde la perspectiva del trabajador. El empleado bien podría atender este razonamiento: “la empresa aprovecha mi participación, mi tiempo libre, para publicitar su programa e independientemente de los satisfactores personales que yo obtengo al sentirme útil al ayudar a los demás, pero siendo voluntario corporativo, en mi relación directa con la corporación, ¿yo qué gano?, si no voy o no quiero ser voluntario… ¿Qué me va a pasar si no participo?”

Acérrimos críticos del capitalismo y de la empresa privada no tardan en señalar que el voluntariado corporativo centrado solo en el tiempo libre del trabajador es una forma de explotación no monetaria adicional de sus empleados, donde solo una parte es beneficiaria, ya que la actividad voluntaria realizada por los empleados incide favorablemente en la reputación corporativa mediante publicidad gratuita que hace el colaborador al portar el uniforme de aquel voluntariado empresarial.

Atender profesionalmente este dilema respecto a la disposición del tiempo del empleado y de la empresa puede resolverse en el ganar-ganar cuando el voluntariado corporativo ha desarrollado un sólido sistema de agradecimiento para con los suyos, sus familiares y cuando también convoca al público en general.

La alternativa para diseñar un programa de voluntariado corporativo que busque equilibrar el tiempo mixto (parte del empleado en sus días de descanso y parte de la empresa), no es un equilibrio 50% y 50%, más bien debe pensarse que la contribución de la empresa siempre tiene que tener mayor peso. Así se evitan suspicacias.

Desde el Consejo Directivo

El presidente del Directorio fue invitado a la ceremonia del Premio Nacional de Acción Voluntaria y Solidaria correspondiente a este año y que se llevará a cabo el próximo viernes. Expresó a sus colegas que lamentablemente, como ha ocurrido en las 2 últimas ediciones que corresponden a la presente administración, el Presidente Enrique Peña Nieto no ha atestiguado la ceremonia y por lo tanto no ha tenido tanta relevancia como en el pasado siendo el premio más importante que reciben los voluntarios en el país. Señaló que el Presidente Peña se encuentra ahora en Francia en la Cumbre de Cambio Climático.

El tesorero manifestó que bien hizo la COFEPRIS en alertar sobre el fraude que la fundación Vive tu Diabetes y la Asociación Mexicana para el Diagnóstico en Tratamientos Autoinmunes respecto a que han desarrollado una vacuna que alivia la diabetes, aprovechándose de la esperanza de pacientes por tener una cura. Se olvida, dijo el tesorero, que este padecimiento corresponde al tipo de enfermedades crónico degenerativas y que no tiene marcha atrás y que no hay remedio y solo se pueden establecer controles para llevar una vida más o menos normal. Las autoridades han cancelado a estas asociaciones y serán multadas.

Bien por la Fundación Pfizer, dijo la secretaria del Consejo Directivo, ya que ha estado invirtiendo recursos para el fortalecimiento de OSC que trabajan en los temas de interés para esa organización. Hace unos días llevaron a cabo la novena edición del Seminario Construyendo Lazos con las Organizaciones de la Sociedad Civil. Además de financiar proyectos en salud, han establecido vínculos de trabajo con el Voluntariado Nacional de Salud que administra la SSA.

El director de la organización señaló que la Fundación Palace, del consorcio hotelero del mismo nombre, inauguró la semana pasada la Casa Hogar Fundación Palace que recibirá a 96 niñas y niños cuyas edades oscilan de entre 2 y 10. La Casa Hogar tendrá como objetivo es brindar un hogar digno y educación formal a niñas, niños y adolescentes en situación de desamparo, desde una perspectiva integral.


Emilio Guerra Díaz

Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.

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