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ColumnasCiudadanía en ConstrucciónFobos, Deimos y el voluntariado

Fobos, Deimos y el voluntariado

A menudo el temor de un mal

nos lleva a caer en otro peor.

Nicolas Boileau

Por Emilio Guerra Díaz

Algunas instituciones que tienen un gran potencial para organizar grupos voluntarios que pudiesen apoyar sus servicios y generar beneficios adicionales para la comunidad a la que están vinculadas deciden dejar pasar las oportunidades que les brinda un grupo por diversos temores.

Nuestro vecino planeta, Marte, cuenta con dos satélites que reciben precisos nombres que refuerzan al planeta rojo: a la guerra le es inherente el miedo (Fobos) y el temor (Deimos).

Uno de los temores que con mayor se frecuencia se presenta y que limitan el desarrollo del voluntariado organizado es pensar que contar con un grupo es en sí un problema. Representa un gran reto mantener a muchas personas en sintonía y a menudo el “gran número de participantes” espanta porque ¿Quién los va a controlar, supervisar, entrenar o capacitar? Se piensa que será un gasto y que el programa demandará además mucho dinero.

En otros casos el tema se considera importantísimo, pero como no es un tema urgente, postergan la creación de su programa. Alguna vez escuché a un director de una asociación decir en una capacitación: “Je, je, esa guerra no la libro. Va a ser un relajo”.

La falta de habilidades en la administración del recurso voluntario también representa otra de las debilidades para crear una iniciativa voluntaria.

Los miedos y temores se presentan al igual en fundaciones empresariales, comunitarias, universitarias e independientes; pero también en toda la gama de organizaciones operativas y qué decir en las empresas.

Venciendo a Ares

Quizá los primeros pasos para constituir un programa de voluntariado demanda inspirarse mejor en Palas Atenea, porque ella, siendo Diosa de la Guerra, tiene rasgos opuestos a Ares; ella alienta la sabiduría, la civilización, las artes, la justicia y la habilidad.

Cuando imparto talleres para crear programas de voluntariado institucional (ya sea para universidades, empresas, dependencias públicas o asociaciones civiles) me gusta convocar a los participantes a que se imaginen montados en la Montaña Rusa para definir las áreas de trabajo para constituir un programa.

En primer lugar uno se sube a los furgones con muchas expectativas, temores y hasta cierto miedo. Luego, la maquinaria engancha al tren y lo conduce lentamente hasta la cúspide para que después la fuerza de gravedad realice el trabajo lúdico.

En mi ejemplo señalo que el gran esfuerzo consiste en invertir energías en las primeras etapas: preparación institucional y, la selección y capacitación de voluntarios. En nuestra “Montaña Rusa del Programa de Voluntariado”, esas etapas representan ese esfuerzo inicial que permite al tren subir hasta el pico.

Ya estando ahí, viene la emoción del vértigo, de la diversión que representa el desliz del tren por las curvas y pendientes. Esa parte se asemeja muy bien a las etapas posteriores del programa y comento al auditorio que esa diversión representa la recompensa de haber realizado bien las etapas que edifican a un grupo voluntario.

Cuando se repite el ciclo, Palas Atenea ha realizado su contribución: Quien coordina el programa ha aprendido el arte de dirigir personas, trabaja con justicia y a favor de la justicia social; cuenta con gran habilidad para conducir un esfuerzo colectivo que incide favorablemente en avanzar hacia la civilización.

Sea cual fuere la razón por la que no se inicia un Programa Institucional de Voluntariado habrá que señalar algunos de los beneficios que no han visto quienes postergan desarrollar un programa, para ver si así se animan:

• Las Instituciones que cuentan con voluntarios, movilizan mayor número de recursos para la organización pero también para la comunidad objeto de la acción voluntaria.
• Contar con voluntarios permite emprender grandes campañas, grandes empresas, como alfabetizar, vacunar o atender una emergencia.
• El voluntariado organizado bajo una organización ayuda a disminuir el tiempo socialmente necesario para cubrir necesidades humanas (aquí pienso en el esfuerzo del gobierno de la lucha contra el hambre, ¿Cuántos beneficios no se pudieran ofrecer a compatriotas que requieren alimentos si se organizan estas jornadas periódicamente?).
• La actividad voluntaria aumenta el sentido de identidad a la universidad, empresa u organización e incrementa el compromiso de las personas para consigo mismas como para las causas en las que participan.
• El voluntariado contagia del sentido de ser corresponsable.
• Contar con voluntarios ayuda a no ensimismarse. Es decir, personas externas a procesos quizá viciados ven soluciones sencillas a problemas complejos. Sus sugerencias y su voz resultan muy útiles para avanzar.
• Convocar y trabajar con voluntarios permite aumentar la solidaridad y la cultura de dar, así pasamos de jóvenes, mujeres y hombres pedigüeños a ciudadanos que participan, son parte de la solución y no del problema.

¡De la que se están perdiendo quienes postergan crear su programa!

Ciudadanos trabajando

La UNESCO apoya al Voluntariado Internacional en México

El Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO lanzó la convocatoria para el programa Voluntarios del Patrimonio Mundial 2013. Los primeros proyectos han sido aceptados y entre ellos 11 proyectos presentados por la organización mexicana VIMEX (Teotihuacán, Xochicalco, Zacualpan de Amilpas, Atlatlahucan, Ocuituco, Tetela del Volcán, Yecapixtla, Tlayacapan y Tepoztlán). Esperamos tener muchos voluntarios mexicanos participando.

Voluntarios de Greenpeace se reunieron en “Encuentramento”

Según los activistas de esta insigne organización el término “encuentramiento” se forma de las palabras encuentro y campamento y fue el motivo para reunir a voluntarios de Greenpeace de todo el país a fin de intercambiar experiencias. La reunión tuvo lugar en Los Tuxtlas en los primeros días de febrero. En el sitio electrónico de Greenpeace México se pueden leer interesantes testimonios sobre el orgullo de ser uno de los “guerreros del arcoíris” como Mónica Gabriela López Paredes (del D.F.), Ángel Valdez (Guadalajara) y Nancy Manning (Hidalgo), entre otros.

Voluntariado del DIF de Tamaulipas emprende diplomado

El Voluntariado estatal del DIF de Tamaulipas inició el Diplomado “Somos lo que hacemos” impartido por la doctora Julia Borbolla el cual tendrá una duración de 6 sesiones mensuales y se imparte con la finalidad de brindar herramientas al grupo para mejorar condiciones de vida y alentar el desarrollo profesional tanto de voluntarias como de la comunidad a la que sirven.

Próximos eventos

Presentación de “Voluntariado en organizaciones sin fines de lucro. Manual para una gestión eficaz”

Precisamente para inspirarse en Palas Atenea, el Centro Mexicano para la Filantropía publica esta obra que facilita la creación de un Programa Institucional de Voluntariado. Fue elaborado por Lorena Cortés Vázquez y Emilio Guerra Díaz bajo el auspicio de la Fundación ADO. El manual se presentará en el auditorio de la Universidad YMCA, sito Ejército Nacional 253, Anáhuac, Deleg. Miguel Hidalgo, 11320, Ciudad de México, Distrito Federal, México; el miércoles 20 de febrero a las 18:00 horas. La entrada es libre pero es necesario registrarse. Para mayor información escriba a: [email protected]

Convención Anual de la Cruz Roja

La 46ª Convención Nacional de la Cruz Roja Mexicana ya toca a la puerta. Voluntarios, consejeros, técnicos en urgencias y emergencias, doctores, enfermeras, administradores hospitalarios, proveedores de servicios, etc. se reunirán en Acapulco. Guerrero del 20 al 22 de febrero. En esta ocasión se la reunión lleva por título “Unidad, valor que construye” y permitirá a la noble institución avanzar en su fortalecimiento y continuar siendo un referente de altruismo y filantropía en México.

No te olvides de visitar Haces Falta por si quieres participar como voluntario en una organización de tu comunidad.

Afíliate a la Amevol, sé parte de este gran movimiento. Columba García te dará mayor información: [email protected]


Emilio Guerra Díaz

Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.

1 COMENTARIO

  1. Tienes toda la razón Emilio al mencionar los múltiples miedos a los que se enfrentan las organizaciones de la sociedad civil que no crean sus programas voluntarios; es importante estructurarlos para tener mejores resultados; como bien dices: de lo que se están perdiendo!!!

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